Trabajando bajo la norma ISO 2631 hemos podido identificar bajas frecuencias que pueden afectar los miembros inferiores (2 Hz para piernas), estas frecuencias podrían afectar el sistema circulatorio, generar daños en el sistema nervioso sensorial y en los músculos, huesos y las articulaciones, sin embargo, la exposición a estos niveles se ubican por debajo de los límites permisibles, condición que ha llevado a tomar medidas preventivas para garantizar la integridad física de cada uno de los operadores.